martes, 15 de septiembre de 2009

Tracción a sangre


El término "tracción a sangre" se ha utilizado mucho para denominar la forma de arrastrar con animales (sobre todo caballos y mulas) vagonetas en explotaciones mineras. Por extensión, aunque es un término ferrocarrilero, también se debería aplicar a todos los vehículos arrastrados por animales (diligencias, carros, carromatos) y también podríamos incluir los tradicionales Riksaws que se utilizan en los países orientales para el transporte público: los originales eran llevados por una persona a pie (sólo quedaban en Calcuta y creo que ya se han eliminado), posteriormente con triciclo y más tarde los autoriksaws con motor de tipo vespino. Cuando viajé a la India, hace 20 años, recuerdo que me daba mucho apuro subirme a un vehículo traccionado por una persona, hasta que me hicieron ver que utilizándolo proporcionaba un ingreso a personas muy pobres , insistiéndome en que pagase la tarifa y una pequeña propina sin excederme (cantidades ridículas para un europeo) para no desequilibrar el sistema (que se volcasen con los turistas y abandonasen su servicio habitual) .
Aprovecho el momento para recomendar leer "La ciudad de la alegría", de Dominique Lapierre
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Por eso hoy me despertó esos recuerdos la vista de varios triciclos promocionales en la Losa de Oviedo: ¡Qué forma tan ecológica de realizar publicidad y llamar poderosamente la atención! Espero que el alcalde no intente adoptar una medida similar al de Madrid, que prohibió los hombres anuncio por entender que se denigraba a las personas que lo llevaban. Como dijo El Espartero ¡Más cornás da el hambre!

1 comentario:

  1. Qué guapo, Gustavo. Y cómo invita a la reflexión!! Fíjate en lo que relatas cuando te refieres a tu visita a la India. Una, en su ignorancia, tal vez se excedería en la propina si considerase el importe irrisorio y tuviera igualmente en cuenta las posibles necesidades de quién realizase el servicio. ¡Paternalismo puro, de todos modos! Pero no estaría libre de caer en el doble error, sumada a mi desconocimiento mi falta de reflexión.¡Qué poco sabemos, Gustavo!¡ (Aunque bien pensado...no estaría mal contribuir a poner en cuestión el sistema,¿no?)
    Respecto a la obra de Dominique Lapierre, tendría que hacer un esfuerzo para leerla.Porque haber visto la película (por cierto, protagonizada por el recientemente fallecido Patrick Swayze )me reduce el entusiasmo para adentrarme en la conmovedora historia, por ya conocida.
    ¡Cómo me enrollo! No tengo remedio.
    Un saludo.

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