lunes, 8 de febrero de 2010

Encuestas

Siempre he desconfiado de las encuestas de opinión pues las considero fácilmente manipulables: las preguntas no suele ser planteadas de forma neutra y en muchas ocasiones predisponen al encuestado hacia una respuesta. En los diarios digitales también es frecuente ver la pregunta y la respuesta marcada (habitualmente el sí) con lo que al que discrepe se le exige una acción más: pinchar el No y votar. También existen preguntas que son contradictorias, que llevan dentro de ellas el germen de la incongruencia, como la que traigo aquí tomada de un diario digital esta noche.

¿Cree usted que es económicamente sostenible el modelo sanitario público que hay en España o precisa de una reforma?

viernes, 5 de febrero de 2010

Jubilación y libertad

Mi empresa lleva unos 20 años con prejubilaciones voluntarias a partir de los 58 años, los cotizantes de antes de 1967, y 59 años el resto. Este sistema conlleva la pérdida de un porcentaje de la pensión, como establece la legislación (entre el 6 y el 40), y se percibe una indemnización a tanto alzado que, en parte, intenta compensar la pérdida sobre la base reguladora de jubilación. Siempre que tuviste que explicarlo a algún compañero afirmabas que ojalá cuando llegases a su edad tuvieses también esa opción de elegir entre marchar, quedarte algo más o esperar hasta el final. También ponías el ejemplo de tu padre que se jubiló con 61 años y durante unos años pudieron disfrutar de viajes al extranjero y nacionales, hasta el fallecimiento de tu madre poco antes de cumplir los 67. Hacías énfasis en lo importante que era esa libertad de elegir y, aunque te quedaba lejos, íntimamente pensabas en cuando llegase ese momento y pudieses vislumbrar la libertad: el no estar sujeto a horarios, hacer lo que te apeteciese, restaurar cabañas perdidas, viajar más, incluso cuidar nietos si los hubiese. También repetiste a los que te rodean muchas veces que el sistema era insostenible en los términos actuales, pero la noticia de la posible elevación de la edad de jubilación a 67 años, que incluso había sido negada con vehemencia hace seis meses por el presidente y el ministro del ramo, te sentó como un jarro de agua helada; ya no se trata sólo de eliminar las prejubilaciones que consistían en un privilegio para unos pocos (para unos más que para otros) sino también de tener que trabajar, de momento, dos años más sobre la peor expectativa que teníamos hace un mes. Habrá que replantearse algo la existencia y no dejar tantas cosas para después, porque quizás no tengamos tiempo o salud para llevarlas a cabo. Carpe diem.