domingo, 30 de agosto de 2009

Democracia interna en partidos políticos

Un amable lector de este blog me indica que no es exclusiva del PP la falta de democracia interna por lo que mi crítica parece algo sesgada.
En el PSOE se realizaron elecciones primarias hacia 2002 y resultó elegido Zapatero tras las alianzas internas de algunas familias socialistas. Este sistema dotó a su líder de una legitimidad interna excepcional lo que contribuyó (en parte) a su posterior victoria electoral. Este sistema favorece que entre el aire fresco en las organizaciones, que es lo que se hacía antiguamente cuando se producían enfermedades infecciosas.

En el otro extremo recordamos que en el año 2007 fueron expedientados y expulsados del partido varios militantes históricos por haber expresado su disconformidad con la propuesta designar a Paloma Sainz como candidata a la Alcaldía de Oviedo. Posteriormente todos lograron en los tribunales la anulación de esa expulsión, pues habían ejercido su derecho a la libertad de expresión al opinar sobre una cuestión que aún no había sido decidida oficialmente por el órgano competente del partido.
Es paradógico que por el hecho de afiliarte a un partido político democrático debas ponerte una mordaza y no criticar sus decisiones. Parecen rescoldos de hogueras pasadas (¿De la Inquisición?).
¡Excomulgados!

Democracia interna

Esta semana Mariano Rajoy ha declarado que Camps y Barberá volverán a ser cabeza de lista por el PP en las próximas elecciones autonómicas y municipales a celebrar en 2011. Extraña que, sin una decisión expresa del correspondiente órgano del partido, Rajoy haga esta designación pública que recuerda su propia designación en 2003 por el dedazo de Aznar, como ocurría en México con el "tapado" del PRI. El art. 6 de la constitución dice sobre los partidos políticos que "Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos".
También me sorprendió en su día que el PP celebrase primero su congreso nacional y después los autonómicos y locales, justo al revés de como debería ser (en buena lid democrática) pues el resultado nacional condiciona los otros congresos garantizando el statu quo, evitando discrepancias, y así en el próximo proceso siguen mandando los mismos y se tejen esos lazos indestructibles que eliminan la pluralidad, como le ocurrió a Juan Morales y a otros miembros del PP asturiano el año pasado.
Pura endogamia, como en tantos otros organismos. Hoy por tí, mañana por mí.

viernes, 28 de agosto de 2009

El urogallo se extingue

La disminución del número de urogallos parece debida al aumento de población de sus depredadores naturales, que ya no son objeto de caza por los habitantes de los pueblos (salvo que quieran pasar una temporada a la sombra). La función reguladora de la población salvaje por parte de los ganaderos ha desaparecido, y ello pone a las especies más delicadas al borde de la extinción.
El celo protector de las administraciones públicas sobre determinadas especies provoca efectos indeseados. Hoy leemos que la Comisaria de Agricultura, Mariann Fischer, obliga a sus burócratas a pasar por granjas para ver la realidad del campo. Un buen ejemplo a seguir por el Principado: estancias obligatorias en los pueblos acompañando a los vecinos por prados y montes para entender este modo de vida. Lo podíamos extender a los ecologistas de salón y a todos los que, tras su paseo crítico por los pueblos, vuelven presto a su confortable vivienda en la ciudad.

Conductores muy veteranos

Hace unas semanas en un periódico regional se escribía sobre la conducción de vehículos por personas mayores de 80 años.
Es cierto que los reflejos disminuyen con el paso de los años, pero en el arte de conducir también hay que valorar la experiencia y el conocimiento de las propias limitaciones, virtud más frecuente en las personas mayores que en los jóvenes.
Se resaltaba también la función social de las personas que conducen en los pueblos pequeños y envejecidos de nuestro país y sin un transporte público regular (en Asturias cientos), para mantener condiciones de vida aceptables para los que allí permanecen. Tareas tan sencillas como ir al médico o al supermercado en muchos pueblos son imposibles sin un medio de transporte, y la existencia de un vecino conductor suple las carencias que los poderes públicos no asumen.