viernes, 28 de agosto de 2009

El urogallo se extingue

La disminución del número de urogallos parece debida al aumento de población de sus depredadores naturales, que ya no son objeto de caza por los habitantes de los pueblos (salvo que quieran pasar una temporada a la sombra). La función reguladora de la población salvaje por parte de los ganaderos ha desaparecido, y ello pone a las especies más delicadas al borde de la extinción.
El celo protector de las administraciones públicas sobre determinadas especies provoca efectos indeseados. Hoy leemos que la Comisaria de Agricultura, Mariann Fischer, obliga a sus burócratas a pasar por granjas para ver la realidad del campo. Un buen ejemplo a seguir por el Principado: estancias obligatorias en los pueblos acompañando a los vecinos por prados y montes para entender este modo de vida. Lo podíamos extender a los ecologistas de salón y a todos los que, tras su paseo crítico por los pueblos, vuelven presto a su confortable vivienda en la ciudad.

2 comentarios:

  1. De la que hacen la excursión por el monte a los visitantes facía falta dayos una foceta pa que fueran destorgano las sebes.

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  2. Falta hacía, aunque a los que tenemos manines de mantequilla nos salen "angüendes" enseguida.

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