viernes, 5 de febrero de 2010

Jubilación y libertad

Mi empresa lleva unos 20 años con prejubilaciones voluntarias a partir de los 58 años, los cotizantes de antes de 1967, y 59 años el resto. Este sistema conlleva la pérdida de un porcentaje de la pensión, como establece la legislación (entre el 6 y el 40), y se percibe una indemnización a tanto alzado que, en parte, intenta compensar la pérdida sobre la base reguladora de jubilación. Siempre que tuviste que explicarlo a algún compañero afirmabas que ojalá cuando llegases a su edad tuvieses también esa opción de elegir entre marchar, quedarte algo más o esperar hasta el final. También ponías el ejemplo de tu padre que se jubiló con 61 años y durante unos años pudieron disfrutar de viajes al extranjero y nacionales, hasta el fallecimiento de tu madre poco antes de cumplir los 67. Hacías énfasis en lo importante que era esa libertad de elegir y, aunque te quedaba lejos, íntimamente pensabas en cuando llegase ese momento y pudieses vislumbrar la libertad: el no estar sujeto a horarios, hacer lo que te apeteciese, restaurar cabañas perdidas, viajar más, incluso cuidar nietos si los hubiese. También repetiste a los que te rodean muchas veces que el sistema era insostenible en los términos actuales, pero la noticia de la posible elevación de la edad de jubilación a 67 años, que incluso había sido negada con vehemencia hace seis meses por el presidente y el ministro del ramo, te sentó como un jarro de agua helada; ya no se trata sólo de eliminar las prejubilaciones que consistían en un privilegio para unos pocos (para unos más que para otros) sino también de tener que trabajar, de momento, dos años más sobre la peor expectativa que teníamos hace un mes. Habrá que replantearse algo la existencia y no dejar tantas cosas para después, porque quizás no tengamos tiempo o salud para llevarlas a cabo. Carpe diem.

2 comentarios:

  1. ¿Con el mismo talante que nos jubilarán a los 67?? Estoy con Gustavo. El agua del jarro en mi caso,helada!!
    Salud.Para poder disfrutar después de los 67. Pero por si acaso...carpe diem, Gustavo, carpe diem...

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