martes, 27 de octubre de 2009

Visita principesca


El sábado pasado mi reina y yo, acompañados de nuestra princesa heredera, nos desplazamos desde Soto de Agues a Rioseco para asistir al acto de entrega del "Premio príncipe de Asturias" a nuestra comunidad vecinal de Sobrescobio. Rodeados de familiares, vecinos y amigos recibimos con alegría y orgullo el premio de manos del príncipe Felipe. Tanto el príncipe como su esposa no regatearon dar la mano a todo el que la extendía a su paso y tuvieron palabras de ánimo para todos así como de agradecimiento por el calor y el cariño de la bienvenida. La comida en el pabellón deportivo estaba sabrosa y en su punto (embutidos, empanada, callos, venado con patatines, fayuelos, casadielles, queso casín y dulce de membrillo). Aunque hubo algo de debate sobre la adecuación de la monarquía al sistema democrático, en general todos los asistentes estábamos muy contentos por la trascendencia mediática que se da a este evento y las positivas consecuencias que esperan los hosteleros de la propaganda gratuíta que supone el premio y la visita principesca.
Lo más original fue la piedra en que se colocó la placa conmemorativa, que fue trabajada por un vecino de Anzó aficionado a tallar la roca, en la que cinceló las figuras del castillo y la cruz de santiago que integran el escudo del concejo.

2 comentarios:

  1. Que tienes razón Gustavo. Que el fin justifica los medios.Que sí.Y si hubieran venido todos los miembros de la famila real al completo, mejor!y si hay que hacerse monárquico, pues¡qué coño! ¿dónde está el problema? Que son buena gente, rediez!

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  2. ¡Eh, Gustavo!! Gustavoooooo!!
    ¿Te fuiste del mundanal ruido?

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