El sábado se celebró la romeria en las proximidades del lago de la Cueva. Aunque el día empezó cubierto y orbayaba en la entrega de distinciones (pastor mayor, zagala ), cuando nos pusimos a comer la caldereta de cordero (plato típico de la borregada, aunque los puristas echaron en falta la chanflaina) despejó completamente y pudimos disfrutar de la llegada del rebaño de 1400 ovejas merinas que pastan por las montañas.
Tras la comida y ante la falta de café, opté por hacer una excursión hasta la vega de Camayor visitando por el camino el resto de los lagos de Saliencia que el sábado lucían especialmente bellos con los reflejos del sol.
Aunque todavía hay restos de mineral de hierro por las pistas, ya quedan pocos indicios de la actividad industrial de la mina Santa rita, tras las labores de restauración que se hicieron en los dos últimos años. Existe un panel con fotografías de los barracones y oficinas así como del proceso de restauración.
La visita es una ruta de montaña de poca dificultad y que recomiendo a todos.